¿Qué es el Design Thinking?
El Design Thinking es una metodología de resolución de problemas y de descubrimiento de oportunidades inspirada en los procedimientos del diseño, que intenta conseguir soluciones creativas donde se combinan las necesidades de la organización con aquello que es humanamente y tecnológicamente factible y que aporte valor añadido.
En un TED Talk sobre Design Thinking, Tim Brown, presidente y CEO de la firma de diseño global IDEO, proclama que el proceso de Design Thinking tiene tres atributos principales: se centra en el ser humano; es colaborativo y participativo; y es conducido por la experimentación. Y el proceso comienza con una única consulta: «¿Cuál es la pregunta que estamos tratando de responder?» Como dice Brown, «En lugar de pensar en construir, construir para pensar».
Según Richard Buchanan, el Design Thinking es especialmente adecuado para resolver «wicked problems», la clase de problemas que no están muy bien formulados, dónde la información es confusa, hay muchos grupos de interés, personas que toman decisiones con valores en conflicto y el contexto es incierto.
Es decir, precisamente la clase de problemas que caracterizan el entorno actual. Hoy sabemos que nada se puede considerar aisladamente; que los problemas se solapan sobre múltiples escalas espaciales y temporales; que incertidumbres de diversos tipos afectan a los datos manejados, de la misma manera que percepciones derivadas de diferentes valores y objetivos sociales condicionan la formulación de teorías.
Por lo tanto, el Design Thinking se puede aplicar en muchos de los procesos de una organización no lucrativa: diseño de soluciones, experiencia de los voluntarios, modelos de captación de fondos, o incluso mensajes para posicionar una campaña de sensibilización.
Desde el punto de vista de la gestión de equipos puede ser aplicado para aportar valor a la organización y a las personas que la forman en diferentes ámbitos, como por ejemplo la formación, los modelos de liderazgo o el impulso de metodologías para la innovación.
¿Cómo introducir el Design Thinking en una ONG?
La clave del Design Thinking es la creencia de que las ideas pueden surgir en cualquier parte de la organización y que cualquiera de sus miembros puede innovar.
El proceso de Design Thinking no tiene una fórmula de aplicación única, pero se pueden tener en cuenta cinco grandes etapas. Se debe comenzar recolectando mucha información, generando una gran cantidad de contenido, que crecerá o disminuirá dependiendo de la fase.
A lo largo del proceso se irá afinando ese contenido hasta desembocar en una solución que cumpla con los objetivos de la ONG. Y seguramente, incluso los supere.
Estas son algunas de las etapas del Design Thinking:
- EMPATIZAR: el proceso de Design Thinking comienza con una profunda comprensión de las necesidades de los usuarios implicados en la solución y del entorno.
- DEFINIR: durante la etapa de definición, se criba la información recopilada durante la fase de empatía y se descarta lo que no aporta valor.
- IDEAR: la etapa de ideación tiene como objetivo la generación de un sinfín de opciones. En esta fase, las actividades favorecen el pensamiento expansivo y se deben eliminar los juicios de valor.
- PROTOTIPAR: en la etapa de prototipado se convierten las ideas en realidad. Construir prototipos hace las ideas palpables y ayuda a visualizar las posibles soluciones.
- TESTEAR: Durante la fase de testeo, se prueban los prototipos con los usuarios implicados en la solución.
5 conceptos clave del Design Thinking
- Está orientado a la acción: propone aplicar un enfoque de “actuar para aprender”.
- Busca el cambio: es disruptivo y provocador por naturaleza, porque fomenta nuevas maneras de abordar los problemas.
- Es antropocéntrico: siempre se centra en las necesidades de las personas.
- Es un proceso constructivo dinámico: exige una definición, redefinición, representación, evaluación y visualización constantes.
- Fomenta la empatía: coloca a las personas en el centro de todo. Fomenta el uso de instrumentos que ayudan a las personas a expresarse y comunicarse.
Conclusión
La mayoría de las organizaciones no lucrativas tienden a evitar mucho los riesgos, la actitud hacia la innovación tiende a ser muy estrecha por lo que respecta a la faceta más flexible, indistinta y cálida de la misma. De hecho, muchas de esas organizaciones tienen miedo a la innovación, al pensar que es un riesgo para su supervivencia. Se equivocan.
Si la cultura de una organización no está diseñada o alimentada para que sea verdaderamente innovadora y corra riesgos, sin duda será víctima de su posición. En la era de las ideas y la innovación, el Design Thinking debe constituir la piedra angular de todas las organizaciones.
Ahora más que nunca, sobre todo en este momento de cambios, los organizaciones necesitan un enfoque antropocéntrico, y para conseguirlo es imprescindible aplicar el Design Thinking.
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